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Nuevo anti

Feb 18, 2024

Los ingenieros de ETH Zurich han desarrollado un nuevo material versátil que debería ayudar en la batalla en curso contra la corrosión en edificios y vehículos. El recubrimiento de polímero no solo protege contra la corrosión, sino que resalta las grietas a medida que se forman, repara automáticamente los daños y puede reciclarse al final de su vida útil.

La corrosión acabará afectando a casi todo lo que construyen los humanos, desde rascacielos y puentes hasta aviones, trenes y automóviles. Desarrollar nuevos materiales y recubrimientos resistentes a la corrosión es una necesidad constante, y ahora los científicos han desarrollado uno con muchas características intrigantes.

El nuevo material se llama poli(fenilenmetileno), o PPM para abreviar, y se puede rociar sobre una superficie donde se endurece y forma un recubrimiento de polímero sólido. Para probar qué tan bien funcionaba como barrera contra la corrosión, el equipo llevó a cabo un experimento de envejecimiento acelerado en el que se expusieron muestras de aleación de aluminio a una solución salina, con o sin recubrimiento de PPM. Y efectivamente, los metales recubiertos con capas de PPM de 30 y 50 micrómetros de espesor no mostraron corrosión significativa después de muchos ciclos de envejecimiento acelerado.

PPM también demostró una capacidad de autocuración. Cuando el equipo rayó deliberadamente el revestimiento y luego lo expuso a la solución, se descubrió que rápidamente reparaba la rotura por sí solo. Esto funciona porque la solución reacciona con el aluminio que se encuentra debajo, lo que hace que el área se caliente y derrita el polímero lo suficiente como para fluir hacia el espacio. Una vez lleno, se rompe el contacto entre la solución y el metal por lo que se enfría y el recubrimiento vuelve a endurecerse.

El polímero también avisa con antelación de este tipo de daños, en caso de que sea necesaria la intervención humana. El PPM fluoresce bajo la luz ultravioleta, pero no si está dañado, lo que permite una forma clara de comprobar si hay grietas que de otro modo serían difíciles de detectar.

Incluso al final de su vida útil, este material de extraordinario rendimiento no se detiene: puede reciclarse y aplicarse a una nueva superficie. Por el contrario, polímeros similares sólo pueden tirarse a vertederos o incinerarse. En las pruebas, los investigadores lo retiraron y reciclaron con solo un 5% de pérdida de material y sin caída en su rendimiento incluso después de cinco ciclos de reutilización.

Actualmente, los investigadores están solicitando una patente para el material, mientras que en el futuro se investigarán formas de mejorar la fórmula.

La investigación fue publicada en la revista Polymers.

Fuente: ETH Zúrich